Siempre he sido tan soñadora...tan ilusa podría decir, soñaba con hacer grandes cosas: escribir un libro, tener hijos, formar una familia...ser feliz. Todos desde que tenemos razón para comprender algo entendemos que soñar es algo que tu quieres llegar a ser o tener, una meta con la que tu sueñas, piensas que con esfuerzo llegarás a conseguirlo porque desde que empezaste a comprender, observastes que solo conseguias tus deseos cuando luchas y trabajas por ganartelos. Pues yo desde que tuve uso de mi razón, me dije a mi misma que mi meta y mi sueño sería ser feliz. Encontrar la "gran felicidad" esa que todo el mundo desea pero que nadie encuentra. Y así crecí soñando que el camino de la vida estaba lleno de rosas, forjandome mi personalidad, utilizando mi ética personal: observar, absorber, aprender, ayudar, amistad, lealtad, humildad, honestidad...estas son las palabras que he ido utilizando en mi vida. ¿Por qué conformarme con ser solo una persona cuando puedes llegar a ser una gran persona? Conforme vas creciendo te das cuenta que el camino de rosas al igual que los rosales tienen espinas, que esas espinas hacen heridas que sangran por mucho tiempo. Tomas experiencia y aprendes que las heridas cicatrizan y solo quedan como una mala experiencia que recordar. Pero sigues siendo una ilusa...sigues pensando que el mundo es bonito y que las personas son buenas. Hasta que sufres un daño, pero uno de los de verdad, de esos que son heridas abiertas que no paran de sangrar, de esas que cicatrizan pero el recuerdo las abre y empiezas otra vez la sangre a derramar. Es cuando vienen las preguntas con respuestas sin hallar, se te cae la venda de los ojos y ves la cruda realidad. Es cuando te das cuenta que el mundo no es verdad, que las personas no son buenas porque no saben lo que es la humildad. Es entonces cuando te das cuenta como gira el mundo en realidad y que único camino en esta vida es caminar, aunque halla mil caidas y mil heridas que sanar. Por eso vive el HOY como si no hubiese un MAÑANA, no busques la deseada "gran felicidad" pues ella se compone de los pequeños momentos que dejas escapar.
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